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ALONSO, 3 DE 3 PODIOS EN EL CAOS DE AUSTRALIA

Max Verstappen se impuso en uno de los grandes premios más accidentados de los últimos tiempos. Le acompañaron en el podio Lewis Hamilton y Fernando Alonso.

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ALONSO, 3 DE 3 PODIOS EN EL CAOS DE AUSTRALIA

El podio de una carrera caótica, pero impresionante

En una carrera en la que el coche de seguridad, que tuvo que salir hasta tres veces, recorrió más kilómetros que, por ejemplo, el Ferrari de Charles Leclerc, y en la que podía haber pasado de todo, con multitud de toques, accidentes, banderas rojas y ruedas volando, el podio reunió al final nada menos que 11 títulos mundiales: los dos del vencedor, Max Verstappen (Red Bull); los siete del segundo, Lewis Hamilton (Mercedes); y los dos del tercero, Fernando Alonso (Aston Martin).

ALONSO, 3 DE 3 PODIOS EN EL CAOS DE AUSTRALIA

Dos mitos de la Fórmula 1 moderna, Alonso y Hamilton, en el podio

Charles Leclerc (Ferrari) terminó su carrera en la primera curva de la primera vuelta tras tocarse con el Aston Martin de Lance Stroll y terminar embarrancado en la arena (safety car). Alexander Albon (Williams) estrelló el culo de su monoplaza tras un trompo en la sexta vuelta (bandera roja, nueva salida). George Russell aparca su Mercedes, en llamas, en la salida de boxes en la vuelta 17 (virtual safety car). Kevin Magnussen (Haas) rebaña demasiado una curva para terminar estrellando y perdiendo su rueda trasera derecha en la vuelta 52 (bandera roja, nueva salida). En dicha resalida, nueva carrera a solo dos vueltas, Carlos Sainz (Ferrari) golpea a Fernando Alonso (Aston Martin) que trompea y se coloca al final del pelotón (sanción posterior de cinco segundos para Sainz). Logan Sargeant (Haas) golpea por detrás a Nick de Vryes (AlphaTauri) en la misma resalida. Y Esteban Ocon arrolla a Pierre Gasly (ambos de Alpine) también en esta casi trágica resalida.

¿Nos parece poco? Pues hubo más: fueron muchas las voces que protestaron por una supuesta mala colocación de Max Verstappen en la última parrilla, con el coche claramente adelantado. Pero, a pesar de las sanciones en Baréin para Ocon y en Arabia para Alonso, los comisarios no apreciaron ninguna violación del reglamento por parte del campeón del mundo.

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¿Y entre medias? Carrera. Un Gran Premio en el que, en la salida ‘normal’, Max Verstappen salió muy mal, le pasaron los dos Mercedes y Carlos Sainz salió genial para colocarse cuarto, delante de Alonso, que perdió dos posiciones. Recordemos que Sergio Pérez (Red Bull) salió desde el pit-lane tras romper su coche en la calificación del sábado.

Pero la tranquilidad solo duró hasta la primera curva, cuando un Charles Leclerc que ni está ni se le espera esta temporada se tocó con Stroll y terminó su carrera en la grava. Tras el primer safety car, la tranquilidad volvió a ser breve, hasta que Albon estrelló su trasera contra la protección y su Williams quedó en medio de la pista. Primera bandera roja que fue letal para Russell, que iba líder, y Sainz, que acababan de entrar a cambiar neumáticos. Poco después de la resalida, con Hamilton en cabeza, Verstappen le adelantó para no volver a abandonar el liderato en toda la carrera.

La tranquilidad solo duró una decena de vueltas, hasta que Russell tuvo que abandonar con el culo de su Mercedes en llamas. Nuevo safety car, ahora virtual, y comienzo de la fase más ‘tranquila’ de la carrera, 18 vueltas en las que Verstappen mandaba diez segundos por delante de la pareja formada por Hamilton y Alonso, que se marcaron durante toda la carrera entre uno y dos segundos de ventaja, gestionando unos neumáticos duros que, en teoría, tenían que durar hasta el final de la carrera. Y justo por detrás, Sainz luchando con un sorprendente Gasly, al que consiguió al final pasar, pero no distanciar. Y por detrás, Checo Pérez en plena remontada, intentando minimizar su desastre del sábado.

La rueda voladora que lo cambió (casi) todo

Pero llegó el momento clave de la carrera, cuando Magnussen perdió una rueda en la vuelta 52, a solo tres del final. Nueva bandera roja, y por tanto una minicarrera a tan solo dos vueltas, en la que podía pasar de todo.

Y vaya si pasó. En la más que lógica caótica nueva salida en parado (la tercera del día), los pilotos van con el machete entre los dientes, pues una buena salida puede suponer una posición mucho mejor que la que llevaban tras 52 vueltas. Y sucedió lo referido: Sainz toca a Alonso; Sargeant toca a De Vryes; y, en un desastre total para Alpine, Ocon empotra a Gasly con resultado de los dos monoplazas rosas destrozados.

ALONSO, 3 DE 3 PODIOS EN EL CAOS DE AUSTRALIA

El desastre de Alpine tras la segunda resalida en Australia

Todos los que vimos la carrera en directo dimos un grito de rabia al ver cómo Sainz acababa, en principio, con la gran carrera de Alonso. Pero el choque entre los dos Alpine dos segundos después creaba el caos total, nueva bandera roja… y el comienzo de las especulaciones: ¿cómo se iba a relanzar la carrera?

Pues al final, el choque de los Alpine supuso un balón de oxígeno para Alonso, pues al no haberse disputado más que unos metros en la tercera salida, no había registros fiables de las posiciones de los 12 coches supervivientes tras el caos, por lo que la organización decidió terminar la carrera tras el safety car… pero manteniendo las posiciones de los coches antes de dicha resalida (sin contar con los accidentados). Por lo tanto, Alonso conservaba su tercera posición, tras Verstappen y Hamilton.

Sin embargo, aún quedaba otro capítulo, el final, muy amargo para Carlos Sainz: la FIA le sancionó por provocar el accidente con Alonso en la segunda resalida. Cinco segundos de penalización, letales en una carrera en la que todos, los 12 que quedaban, terminaban en fila detrás del coche de seguridad. El madrileño de Ferrari, claramente enrabietado por una sanción que consideraba injusta, veía cómo pasaba de la cuarta a la duodécima posición.

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La mala posición en la tercera parrilla de Verstappen, que ni se investigó

Y nos quedaba el incidente referido de la mala colocación de Verstappen en la última resalida, que ni se investigó. Lo dicho, un Gran Premio desde luego poco aburrido que deja para la historia de este Mundial un golpe sobre la mesa de Verstappen para que quede claro quièn manda en el Campeonato; la resurrección de Mercedes, con el primer podio de Hamilton; y la confirmación de que Fernando Alonso y Aston Martin ya están allá arriba para quedarse, con tres podios en las tres primeras carreras de la temporada. Y tercero en el Mundial, solo por detrás de los dos Red Bull.

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