#FÓRMULA 1
ALONSO, ADELANTAMIENTO A HAMILTON Y PODIO EN BARÉIN
Y al final… no era broma. Fernando Alonso, en su estreno con Aston Martin en el G.P. de Baréin, primera prueba del Mundial 2023 de F1, con solo los dos extraterrestres Red Bull por delante.

Doblete en cabeza: Verstappen y Pérez (Red Bull); tercero: Alonso (Aston Martin); cuarto: Carlos Sainz (Ferrari); quinto: Lewis Hamilton (Mercedes); sexto: Lance Stroll (Aston Martin); séptimo: George Russell (Mercedes). Y fuera de carrera: Charles Leclerc (Ferrari).
Estos ocho nombres casi seguro que son los que más nombremos en vueltarapidagt.com a lo largo de esta temporada de Fórmula 1 2023 que acaba de comenzar en Baréin. El orden podrá cambiar, pero de momento nos quedamos con este hito histórico: Fernando Alonso, con un carrerón que le valió ser nombrado Driver of the day, logró en su primera carrera igualar su mejor actuación en dos años en Alpine: tercero en el podio.
Pero es que, además, en carrera tuvo que adelantar a Carlos Sainz… ¡y a Lewis Hamilton! Cuántos años han tenido que pasar para que Fernando Alonso pueda volver a enfrentarse de tú a tú (y superarle, no solo enfrentarse) con su sempiterno enemigo, aquel joven desafiante que, de la mano del jefe, Ron Dennis, le amargó a Alonso su primera etapa en McLaren, allá por 2007. En la carrera de ayer, el momento top fue sin duda cuando, tras unas vueltas oliéndole la trasera al Mercedes de Hamilton, el Aston Martin de Alonso le hizo una de esas pasadas que quedan para las clases de Fórmula 1, engañándole por el interior y pasándole por el exterior. Una delicia que, todo hay que decirlo, a muchos de los admiradores del bicampeón español (se siente, haters) nos sirvió como ‘desahogo personal’ tras tantos y tantos y tantos años sufriendo con las malas elecciones de equipo, y con la mala suerte, del mejor piloto español de la historia del automovilismo.
Y eso que la carrera no empezó muy allá que digamos, con la pérdida por parte del asturiano de dos puestas en la salida. Los dos mercedes, Hamilton y Russell, adelantaron al español, lastrado sin duda por el pequeño toque que recibió de morros de… su compañero, Lance Stroll. Por fortuna, el coche del español no resultó dañado, por lo que pudo seguir su estrategia, que como todos sabíamos era ‘diésel’, vuelta a vuelta al estilo ‘partido a partido’, sin demasiadas prisas pero desde luego sin pausas, confiando plenamente en un coche nuevo para él, pero al que se ha adaptado como un anillo de pedida.

De esta forma, el desarrollo de la carrera seguía más o menos el guion establecido: primero Verstappen y después Checo Pérez, los Red Bull volaron alto, en una carrera que al final les resultó casi hasta aburrida (sacaron casi 40 segundos al tercero, o sea, Alonso). Por detrás de ellos, Ferrari se colocaron bien, con Leclerc ganando el principio la posición a Pérez, y Carlos Sainz conservando su cuarta plaza de la clasificación.
Vuelta a vuelta, box a box, Pérez volvió a su posición natural, contraadelantando a Leclerc, mientras por detrás Alonso iniciaba su particular remontada, comiéndose primero a Russell para comenzar el asedio a Hamilton, y enfilar el escape del Ferrari de Sainz, que intentaba conservar las gomas con desesperación, el gran hándicap de Ferrari en la pretemporada.

Otro desastre de Ferrari que vale un podio
Pero, a 16 vueltas del final, el único incidente de la carrera cambió la lucha por el bronce: Leclerc, que iba sobrado tercero, sin esperanzas de alcanzar a los dos Red Bull, vio cómo su Ferrari se quedaba parado por un fallo en la batería. Por lo tanto, se abría una nueva batalla: Carlos Sainz y Fernando Alonso, que controlaba a un rabioso Hamilton que nunca pudo devolverle la pasada, luchando por la tercera plaza en el podio.
Fue una lucha desigual, pues Sainz estaba más preocupado por conservar sus maltrechas ruedas, y no perder demasiadas posiciones, que por perder el podio ante Fernando. Pero, aún así, el instinto matador de la familia Sainz pudo más que la prudencia, y Carlos se defendió como un jabato ante su ‘maestro’, hasta el punto de que por poco no sucede el desastre de que ambos quedaran fuera por un toque que por fortuna no pasó de toquecillo entre ambos. Fernando dio buena cuenta, pisó a fondo y ya no se preocupó más ni de Sainz ni de Hamilton, que quedaban por detrás luchando entre ello.
Una lucha que cayó del lado del madrileño, que supo defenderse de los embates de un Hamilton que no es el mismo desde aquel infausto Abu Dabi de 2021, cuando perdió su octavo Mundial en la última vuelta, y que lo intentó por todos los puntos cardinales, pero que al final se rindió ante el buen hacer del español de Ferrari, que tiene que valorar muy mucho ese cuarto puesto para un Ferrari que ha empezado en horas bajas.

«This is a lovely car to drive»
«This is a lovely car to drive», dijo Fernando Alonso al mundo a través de la radio de su Aston Martin, que bien podría traducirse como «Señores, por fin he vuelto». Porque, señoras y señoras, don Fernando Alonso Díaz ha vuelto a donde le correspondía en la Fórmula 1, a lo más alto, al lugar que le corresponde por su inmenso talento, por su maestría al volante y, encima ahora, por su valiosísima experiencia como piloto más ‘viejo’ de la parrilla.
Y es que encima, para redondear la gran noche de Aston Martin, Lance Stroll fue sexto, cuando hace tan solo una semana ocupaba una cama de hospital tras ser operado por la rotura de su muñeca izquierda, tras un accidente ciclista. El canadiense, hijo del dueño de la escudería, y que hasta el momento no había pasado de ‘hijo de papá’ con volante regalado, se comportó ayer como un digno escudero de Alonso, en particular cuando adelantó a George Russell justo a la salida de un cambio de neumáticos del británico de Mercedes con el que pretendía superar al español. Muy buen rollo en Aston Martin en todos los sentidos.

Y por detrás… resignación en Mercedes por los quinto (Hamilton) y séptimo (Russell) puestos finales. Los grandes dominadores de la Fórmula 1 en la última década vieron el año pasado cómo Red Bull y Ferrari les pasaban por la derecha, y este año parece que hasta los advenedizos de Aston Martin pueden con ellos. Pero mejorarán, seguro.
Los tres puestos de top10 restantes fueron para Valtteri Bottas (Alfa Romeo), Pierre Gasly (Alpine) y un meritorio Alex Albon (Williams). Fuera ya de los puntos quedaron Tsunoda y De Vries (11º y 14º, AlphaTauri), el debutante Sargeant (12º, Williams), los Haas de Magnussen y Hulkenberg (13º y 15º), el Alfa Romeo de Guanyu Zhou (16º, con el premio de la vuelta rápida y su puntito) y un deprimido Lando Norris (17º, McLaren).
La depresión del otrora chulito Ocon
Aunque para depresión, la del excompañero de Alonso en Alpine, el otrora chulito Esteban Ocon, que en la que debió ser la peor carrera de su vida acumuló hasta tres sanciones (cinco segundos por adelantarse en la salida, diez segundos por no cumplir bien esa primera sanción, y otros cinco segundos por velocidad excesiva en el pit-lane) para terminar retirándose por avería con cara de ningún amigo. Para después, encima, tener que tragarse el sapo de ver a su ex, Alonso, dando saltos en el podio, cuando todos sabemos lo cretino que fue el francés con el español en sus últimas carreras en Alpine. Los otros dos retirados fueron el referido Leclerc (Ferrari) y el otro debutante (Piastri, McLaren).
Por lo tanto, fiesta en este estreno del Mundial 2023, y la seguridad de que este año, si ya nos encanta la Fórmula 1 de por sí, encima vamos a disfrutar con la presencia, esperamos que continua, de dos españoles luchando por todo… si es que Red Bull deja algo por lo que luchar.

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